lunes, 4 de abril de 2022

Lo que de verdad ocurre ahí dentro

 Yo cuidé de una chica que estuvo en el centro Vida nueva. Recuerdo que era una chica muy alegre cuando la conocí pero con los años vi como su felicidad se fue apagando. Esta chica había tenido problemas de alimentación y tal y como me confesó en varias ocasiones nunca lo había superado. Ya le habían dado el alta cuando yo la cuidé y volvió después de estar casada al centro. Esta vez estaba muy triste y entró en contra de su voluntad. La llevaron obligada y obligada firmó una declaración que decía que permanecería allí hasta que los responsables le dijeran que podía irse. En todo el tiempo que estuve a su lado vi como los responsables del centro le negaban la medicación que necesitaba cuando tenía mucha angustia. Le hacían esperar horas para dársela y ella solo se ponía peor. La encerraban durante días en el sótano y nos decían a las demás que no debíamos juzgar lo que Dios decidía para cada una y que estaban intentando que su comportamiento fuera normal. Lejos de mejorar, fue a peor. Recuerdo que quería irse y no la dejaban, la retenían en contra de su voluntad. Destruyeron su matrimonio, quemaron sus cosas y anularon todo lo que ella era. Una noche se tiro de unas grúa. Los responsables dicen que fue un accidente, pero todos sabemos que se suicidó. Lo había intentado mil veces y con la angustia que tenía era bastante previsible que lo hiciera. Los responsables nunca recurrieron a personal cualificado para tratarla. Su tratamiento era limpiar sin descanso. En realidad a todos nos tratan igual, limpiar y limpiar. Ella nunca pudo pedir ayuda porque nadie la creía, su familia cree ciegamente en los mandatos del "pastor" y a día de hoy todavía niegan lo ocurrido. Es una pena todo esto. Yo lo vi de cerca y realmente puedo asegurar que fue una burrada lo que le hicieron. Para mí no fue un simple suicidio, fue un asesinato inducido."